Por idioma el silencio. Por desboque la mirada.
Residuos execrables de la pichafortuna. Cacas danzarinas, alimañas ciegas y sordas regodeándose en la contorsión mortificada de la razón, en el desvío zaherido de la atónita mirada, en la infinita incomprensión.
Deténganse a observar estas diabólicas imprecaciones:
Me gustaría ser ciego y no verlos. Edipo Rey de Tebas, concedeme la fuerza y la templanza necesarias para desgarrarme la visión y así dañarla para siempre.
Sombras errantes. Espectros inenarrables. ¡Vuelvan al exilio de lo inconcebible, de donde nunca debieron haber escapado!¡Arrasadlos a todos! ¡Quemad sus aldeas!
Hoy estoy mal. Vengo del médico. Me rompí jodidamente los ligamentos.
Hasta la semana que viene.
2 comentarios:
Cuando tenes 43 años y te levantás de una pesadilla, un segundo atrás estabas viendo a la Pantera Rosa de ese Mar de Ajó 78´.
Acabo de ver fotos de las cosas que escribi. Son realmente adorables. En serio. LLueven corazones cuando los veo.
Megustan tanto.
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